domingo, 24 de enero de 2010

Mi Top 20 de 2009 (Parte 3)

Bueno, que esta entrega ya se había tardado mucho en ser parida pero al fin...


5. Cinco días sin Nora (2008) de Mariana Chenillo.
Me da mucho orgullo (por no decir que también mucha esperanza) saber que del cine mexicano pueden salir pequeñas maravillas como ésta. Que pase desapercibida por la mayoría de la gente y dure apenas un par de semanas en cartelera, no tanto (de hecho es hasta vergonzoso). Y pues desgraciadamente esa es la situación actual con el cine de nuestro país: o te chutas las mamarrachadas que los product placers te ponen en frente para decir que el cine mexicano sigue siendo una pobre industria y/o porquería total, ó buscas, investigas y vuelves a buscar para encontrar ese santo grial  fílmico por el que pocos darían un peso mientras se las pitchean, pero que resultan las historias más cautivantes.
En la película conocemos a José, un hombre mayor que debe manejar todo el desmán generado por el suicidio de su ex-esposa Nora, quien buscó con esta última acción generar una bola de nieve que trajera de vuelta a su familia dando resultados ácidos (el humor negro nunca había sido tan fino en una peli nacional), conmovedores (sin salidas fáciles) y altamente reflectivos (me gustan las películas con protagonistas ancianos por ello). Sobresale mucho el trabajo de guión de la directora, pues los diálogos en verdad se siente que los dicen personas REALES y no versiones idealizadas/ñoñas de los septuagenarios (cough, El Estudiante, cough). Además cuenta con uno de los finales más perfectos y fluidos que haya visto nunca, por demás de ser una cosa enteramente dsifrutable. Y qué decir de la actuación del maestrazo Fernando Luján... ¡YO QUIERO UN ABUELO ASÍ! Trailer

4. El fantástico Sr. Zorro (Fantastic Mr. Fox, 2009) de Wes Anderson.
Qué gran año para la animación. No sólo tuvimos cosas visualmente deslumbrantes sino que también nos topamos con las historias más originales y llegadoras del séptimo arte. El Sr. Zorro es la joya de la corona por el simple hecho de sentirse la más especial de todas. Wes Anderson (Rushmore, The Royal Tenenbaums, The Darjeeling Limited) ya era uno de mis cineastas contemporáneos favoritos antes de esta maravilla, pero vaya que su estilo audiovisual resalta más en animación stop motion: personajes estrafalarios (pero tiernos), humor "diferente" (muy sui generis como para intentar describirlo), música increíblemente adorable, planos caricaturescos á la Charlie Brown y una especie de esquizofrenia animal (bajada de tono, claro) que le da un appeal muy adulto a pesar de estar envuelto en el colorido y burbujeante empaque de una cinta "infantil" (¿qué cinta de niños tiene múisica de los Beach Boys, Jarvis Cocker y los Rolling Stones?). Pero por encima de todo está la fábula de Roal Dahl, que nos habla de ser quienes somos realmente y no negar nuestra naturaleza mientras se lidia con la dificultad de ser una familia funciona... si esto no es fantástico no sé qué lo es. Trailer

3. Quisiera ser millonario (Slumdog Millionaire, 2008) de Danny Boyle.
Hay quienes quisieran colgarme por poner Slumdog Millionaire tan alto en la lista por considerar que la historia "ramplona" de un pobre-pobretón-pobrísimo que lo gana todo en la vida es tan choteada, irreal, manipuladora, melodramática y hasta telenovelesca... pues not quite. En mi opinión Slumdog Millionaire tiene mucho cine que sustenta TODA la "complacencia de masas" inherente a la historia (aunque a decir verdad también tiene sus subtextos, no por nada la ópera de Orfeo y Eurídice "hace un cameo"). Y pues esa complacencia también es completamente válida cuando consideramos al cine como escapismo y liberación de lo mundano; sobre todo cuando funciona tan bien dados los tiempos de incertidumbre en los que vivimos (un pequeño placebo espiritual es necesario de vez en vez). ¿Y pues qué más? Esta película es una celebración a la vida si lo vemos más o menos objetivamente, que igual que con Happy-Go-Lucky puede que no sea el every-cynical's cup of tea... A mí me encantó. Trailer

2. Luchador (The Wrestler, 2008) de Darren Aronofsky.
El síndrome Aronofsky... así le llaman los de la editorial de Cine Premiere a este fenómeno del niño-director-de-cine-prodigio que alcanza un estrellato astronómico (o la atención de "los creativos" de Hollywood al menos) con su ópera prima, al grado de ser considerados de culto instantáneo con sus pequeñas joyas independientes. La segunda, tercera o cuarta peli (con mucha más lana y "estrellas") ya es otra historia.
A mí por lo general me encanta Aronofsky; hasta su más criticada, The Fountain, me parece un hermoso poema visual. Lo que si noté es que le estaba dando mucho por la "cerebralidad abarrotada" en sus películas cuando de por sí se pueden sustentar de una gran emoción y visceralidad. Por ello me sorprendió (aunque a la vez no tanto) que The Wrestler se sintiera tan distinta, tan hiperrealista y aparentemente sencilla, pero manteniendo la emotividad y las sensaciones revuelca-tripas que a mí me producen Pi o Requiem For A Dream. El que le salga tan bien es evidencia de su versatilidad y ¿por qué no? de su genio... Y pues además está Mickey Rourke quien, independientemente de su aclamado regreso a las grandes ligas, es un elemento sin el cual la película no más no funcionaría como lo hace ya que nos lanza un personaje tan humano, tan imperfecto, tan frágil y a la vez tan en bruto... TAN REAL en pocas palabras... No queda más que saltarle al ring y meterse en la destrozada piel de este luchador imparable. Trailer

1Presunto culpable (2009) de Roberto Hernández & Geoffrey Smith.

Ok, tal vez esté haciendo un poco de trampa con esta peli porque técnicamente sólo se vio un par de veces en Morelia (en dónde se llevó nada más y nada menos que el premio a mejor documental). Como sea, me declaro culpable de hacerle promoción adelantada para cuando sea exhibido en la gira de Ambulante el próximo mes (ESTÉNSE MUY ATENTOS)... Es una cosa increíble.
El filme sigue la historia de Toño, un chavo de clase media baja con aspiraciones musicales que trabajaba en su changarrito de electrónicos en Iztapalapa cuando un par de judiciales lo detuvo y acusó de un asesinato con pruebas falsas (típico). El documental mismo nos muestra el tortuoso camino de los juicios y apelaciones que Toño  debió atravesar bajo nuestro "ídilico, justo y tan funcional" sistema de justicia  para conseguir su libertad. Lo curioso aquí es que Roberto Hernández (el director) y Layda Negrete (la productora) no eran cineastas sino abogados que se decidieron a filmar los juicios para precisamente armar una defensa imbatible y poner en evidencia las ridiculeses que hay dentro del proceso judicial mexicano. Lo impresionante es que armaron una historia realmente impactante, conmovedora, reveladora, devastante y... esperanzadora. Y puede que le esté dando mucho peso a mi experiencia en el festival, pero es que el haber vivido esa proyección en el zócalo moreliano me cambió: fue único compartir con tanta gente todas esas emociones reflejadas en pantalla y ser convencidos que las frustraciones de vivir en un país desquebrajado en verdad pueden tener una solución real (¡¡y además a través del cine!!). Aquello me dio poco menos que esperanza de la buena. Ahora que todavía tener la oportunidad de ver a los involucrados en persona, invitándonos a hacer algo concreto (no sólo recomendar la película) para cambiar las cosas fue... indescriptible. Para mí fue un momento en que la diferencia entre realidad y ficción se esfumó y YO mismo me sentí parte de una historia mucho más grande... GRACIAS.  


2 comentarios:

Unknown dijo...

Y bueno, ahora sí me dejaste tonto porque no he visto ninguna...

A. R. SHOUP dijo...

concuerdo con todas menos con The Wrestler que la verdad se mi hizo demasiado convencional y ningna de las actuaciones se me hiceron tan deslumbrantes como las han alabado, las demás son bastantes buenas en general (Fantastic Mr. Fox es la neta, no se por que la pusieron "para niños") y Un día sin Nora no estuvo mal pero siguimos en el hoyo y cavando (el cine mexicano me refiero jajajajaja)