lunes, 8 de febrero de 2010

En las nubes (diría yo)...

The story of a man ready to make a connection... Me gusta ese tagline. Es bastante preciso (lo que nos falta a algunos).
Pero antes de comenzar quiero regresarme un poco:
El miércoles pasado estaba de humores extraños (odiosos por no decir otra cosa). Después de refunfuñar sobre muchas cosas fui a comer con un amigo a un lugarcito cerca de la universidad. No pudimos conversar como solemos pues yo andaba de gruñón y él sostenía/arrastraba una conversación por teléfono con alguien a quien trata de olvidar pero no más no puede. Fue incómodo. 
En el camino de regreso al coche lo confronté... Yo andaba molesto porque sabía de antemano que él había estado dolido los últimos días (por la misma razón que incumbe a esa llamada telefónica) y no me había dicho nada por no querer molestarme más con aquella historia de nunca acabar. Le dije que no me importaba la molestia (aunque esto ya llevara un par de años sucediendo), pero en mi opinión ya era momento de que despertara y siguiera adelante... era hora de despegar a una nueva vida, pues no se puede depender de alguien más para ser feliz. Y pues quiero creer que me escuchó...
Y la razón por la que hago este tan alargado preámbulo es que la serendipia hizo una cuasi-epifánica aparición en forma de anti-comedia romántica esa tarde. Ese mismo día fuimos a ver Up In The Air (2009) de Jason Reitman.

Pues resulta que Amor sin escalas (¿qué significa ese título exactamente señores mercadólogos?) trata sobre un hombre que vive "en las nubes"; no necesariamente distraído, sino despegado de cualquier relación humana  que lo ate al suelo (de hecho hace conferencias sobre el tema). Ryan Bingham (George Clooney) trabaja para una empresa que se dedica a despedir gente y, dada la situación ecnómica actual, se la vive volando de ciudad en ciudad "cortando cabezas" mientras acumula millas de viajero para conseguir un récord (aunque más bien, como él mismo menciona, sueltan a la gente al agua y les dicen que naden). En su nomadismo se liga a Alex (Vera Farmiga que está de ¡Wow! se me caen los calzones), quien es literalmente su otro yo, pero en mujer, y con quien decide tener algo meramente 'casual'. Todo pinta bien hasta que su empresa contrata a una recién graduada-super-diligente-y-bastante-anal chavilla llamada Natalie Keener (Ana Kendrick) que propone digitalizar el proceso de despido haciendo obsoleto el estilo de trabajo (y vida) de Ryan. Él no se queda de manos cruzadas y argumentando que Natalie no sabe nada de cómo es despedir a alguien en persona se ve forzado a enseñarle a la novata los secretos de 'su arte' en una especie de road-trip por el cielo y el clima empresarial actual de E.E.U.U. El resto es el arco normal que alguien como Ryan debe cruzar: reconectar con el mundo.

Bueno, pues esta no es una comedia romántica aunque lo parece y la venden como tal. Hay romance, cierto, y hay un poco de comedia (muy buena aunque nunca de abundantes carcajadas) pero también hay drama y bastante melancolía... Es un poco un bicho raro, de ésos que aparentan todo el glamour hollywoodense pero en el fondo son proyectos de alma independiente o indie (por más que me choque la etiqueta de cine indie). Y no es que la alabe por eso, digo era de esperarse al ser una película de Jason Reitman quien nos entregara ese mismo feeling en sus anteriores Juno (2007) y Thank You For Smoking (2005) (las cuales me encantan), pero se agradece que haya propuestas como estas en la cartelera. Sin embargo, algo faltó para que me fascinara completamente...
Veamos:
Excelente guión, buena dirección (aunque me gustaría que Reitman se volviera un poco loco con su lenguaje audiovisual de vez en cuando) y actuaciones muy bien trabajadas: los tres actores solitos valen la pena, sobre todo Kendrick a quien vemos manejar muchas emociones a la vez (nada fácil), resultando en un personaje que al principio como que te cae mal pero luego vas empatizando más y más con su Natalie despojada de inocencia (laboral y emocional). En serio, no puedo creer que esta chica haya salido de CRAP-úsculo, pues pensé que era requerimiento de ése elenco tener el rango actoral de un recorte de cartón... menos mal que no me acordaba de su cara en esa cosa (disque de vampiros), por ello su presencia me pareció algo muy fresco y acertado en Up In The Air. Eso y el soundtrack jazzososo-folkoso-baladoso proveniente del buen gusto del director (¿recuerdan el de Juno? Este es la versión adulta).
Técnicamente modesta, la película no llama la atención por otra cosa (excepto un obvio product placement de los hoteles Hilton y American Airlines), y lo digo porque vi esta película sabiendo de sus nominaciones al oscar (seis en total, entre ellas mejor película, director y actores) y muchos otros premios más, por lo que tal vez me precipito a juzgarla de más cuando digo que el final no me terminó de enganchar.
No sé, tal vez sea porque de cierta forma yo respondía bien a la filosofía de Ryan Bingham, hasta cierto punto (justo como le dije  mi amigo: no puedes depender de alguien para ser feliz), y en esa línea el final no me cautivó ni me hizo recapacitar como a él. Aún así  la película sigue rondando mi cabeza, por lo que he llegado a pensar que debe haber un justo medio con este asunto de andar en las nubes: las relaciones humanas son lo que te permite seguir adelante y encontrar verdadero significado a las cosas pero tampoco debes depender de ellas para sentirte bien o realizado en la vida. Hay que aprender a ver la diferencia y con un film tan bueno como éste, la tarea se facilita.

3 comentarios:

A. R. SHOUP dijo...

buena reseña, en realidad se trata de una película posmoderna(lee a Zigmund Bauman o a Jean Baudrillard), a mi si se me gustó bastante (tal vez por que estoy en mis treintas y hay cosas que me llegan más), concuerdo en que le falta experimentar con el lenguaje audiovisual pero ya se posicionó como un excelente director de actores y con eso y con sus guiones originales pero bien pensados ya tiene ganada más de la mitad de la batalla cinematográfica.

Te faltó hablar de Clooney que también actua muy bien, es un papael creible y apreciable que se contrapone con su imágen pública(Ana Kendrick y Vera Faminga son hermosas y extraordinarias).

Suerte

Juayitl dijo...

Sí, me faltó hablar de Clooney... pero a estas alturas ya no hay mas jugo que sacarle ¿no crees Shoup?
Sí, la verdad es que su actuación es de las mejores de su carrera y me gustó mucho el detalle de que juegan (¿intertextualmente?) con su figura de solterón empedernido y ya avejentado pero de manera más sutil...

Anónimo dijo...

uhuuuu, buen blog, sigue esccribiendooo!!!!!